La incursión de Bucaneros y Corsarios en territorio marino y
terrestre de la isla La Hispaniola, trajo consigo el desarrollo de un comercio
ilegal y progresivo entre los habitantes de la costa y los incursores
franceses, ingleses, portugueses y holandeses.
Tan acentuado estaba el negocio llevado a cabo sin la
anuencia de La Casa de Contrataciones de India, ubicada en Sevilla, lo que
preocupa altamente a la Monarquía, a tal punto que el Rey Felipe III emitió la
Ordenanza de Devastar todas las poblaciones costeras y que sean trasladados o
ubicados próximos a la ciudad de Santo Domingo. Así fueron movilizados los
habitantes de Puerto Plata, Montecristi, Bayajá y La Yaguana, fruto de ese
desplazamiento nacieron las ciudades de Monte Plata y Bayaguana.
El gobernador de la isla, a la sazón Antonio de Osorio,
cumplió de manera extricta la orden del Rey Felipe III, para lo que se hizo
acompañar de soldados traídos desde la isla de Puerto Rico. El Rey Felipe,
feliz de la vida, pues su Ordenanza había sido llevada a acabo "al pie de
la letra".
De lo que no se percató el Rey Felipe III fue de las
consecuencias de sus actos, pues con las Devastaciones "la cura resultó
peor que la enfermedad", dado que el abandono del territorio devino en el
apoderamiento de toda la franja costera, sobre todo por parte de los Bucaneros
franceses, los que se apoderaron de la isla Tortuga (situada al Norte de lo que
hoy es Haití) y del territorio abandonado.
Como consecuencia de la acción del Rey Felipe III y el gobernador
de la isla Antonio de Osorio, se produjo el fraccionamiento en dos del
territorio de La Hispaniola, pues más adelante tuvieron que ceder toda esa
parte abandonada, dando nacimiento al Saint Domingue Francés, en donde se
produjo más adelante el nacimiento de Haití y de República Dominica, por vías
que no amerita abordar en este aporte.
Ahora bien.
El Gobierno Dominicano logró con éxito articular un Pacto por
la Educación en el que ha logrado involucrar a sectores de la sociedad civil,
partidos de oposición, el sindicato de los Profesores y el Poder Ejecutivo,
líbranos Dios si pretendemos desconocer la justeza y legitimidad de dicho
acuerdo; pero con el empeño del Gobierno en airear de equidad y justicia social
dicho acuerdo, a introducido un elemento perturbador y atentatorio a derechos
ya conquistados por la sociedad.
Con el Concurso de Oposición del Ministerio de Educación
(MINERD), se está tronchando la vida de cientos de jóvenes, que dedicaron 15
años de estudio para la conquista de un titulo que le acredite como licenciado,
con facultad para ejercer la función; concluido ese proceso de estudio, la
universidad procede a convalidar los conocimientos adquiridos, para lo cual le
instruye y emplaza a la realización de tesis o monografía como pre requisitos
para entregarle el titulo que lo acredita como Licenciado (a), a lo que se debe
agregar que el mismo debe ser avalado por el Ministerio de Educación Superior
de la República Dominicana.
Fruto del Pacto por la Educación la titularidad universitaria
pierde todo valor y sentido, pues ahora hay que pasar por un proceso inquisidor
que sobre pasa el pensum, el curriculum y la facultad que hasta ahora han
tenido las universidades para licenciar al futuro docente.
Ese Concurso de Oposición es arbitrario e ilegal, pues si
bien es cierto a todo empleador corresponde verificar la calidad de su futuro
empleado, para lo que debe procesar el perfil del solicitante, no menos cierto
es el hecho de que el MINERD no tiene facultad, ni moral ni legal, para
suplantar el rol asignado por ley a las universidades.
De lo que podemos intuir que estamos ante un abuso de poder
en donde los que tienen influencia pactar para sacrificar, intencional o no, a
"los hijos de machepa".
Incluso, coincidencia de la vida, la Ordenanza del Rey Felipe
III vino desde España, y ahora viene desde España también la plataforma del
Concurso, con los mismos criterios, la misma metodología y lo mismos alcances
que implementa la Universidad de Alcalá de Henares en España.
Podrán creer que lo hacen bien y por lo tanto verlo como un
éxito, pues, como el Rey Felipe III en 1605 y 1606, no han medido el impacto y
las consecuencias que a corto plazo han de venir.
Sólo en el Concurso de Oposición del 2015, de una matricula
de participantes superior a los 100 oponentes, del área de Media, solo dos
superaron la prueba en la Regional de Educación 18 de Bahoruco e Independencia.
Qué va a pasar.
Sencillo, dentro de tres años o cuatro las facultades para
formar docentes tendrán que cerrar sus puertas por la falta de estudiantes,
dado que nadie dejará su vida en los pasillos académicos, para que luego, de
manera complaciente, su futuro le sea tronchado precisamente por quienes están
llamados a preservar sus derechos.
El Gobierno, la Oposición, la Sociedad Civil y (muy
lamentablemente) la ADP van a cargar con el fardo histórico de Devastar la
Educación Dominicana.
Las altas cortes tendrán que tomar carta en este entierro que
va lento pero seguro.