No debemos permitir que los pensamientos tiránicos nos controlen. Nosotros debemos controlar lo que pensamos.
La educación del pensamiento consiste en que podamos identificar qué tipos de pensamientos tenemos y que podamos asumir control voluntario de ellos cuando tengamos pensamientos infraniveles de duda, miedo, autocompasion, prejuicios y de minusvalía.
El pensamiento supranivel nos permitirá salir de esta forma de pensar y ver el mundo de manera racional, objetiva y con fe en el porvenir. Aprenderemos a pensar de tal manera que tendremos confianza en nuestras potencialidades como seres humanos competentes, creativos, felices y con un estado de ánimo que nos permita ser funcionales y productivos a la sociedad y a nuestrasvfamilias.
Los problemas de la vida diaria, las enfermedades, las pérdidas o duelos, así como aquellos eventos repentinos o desgracias humanas: nos provocan a sacar nuestros peores pensamientos de las profundidades de nuestras mentes.
Estos son los momentos en los que tenemos que hacer uso del pensamiento supranivel para evitar caer en malos estados de ánimo o que los pensamientos nos guien a cometer acciones negativas e impulsivas. Tenemos que ver el mundo con fe.
Hay que trepar sobre las desgracias y sacar lo mejor de nuestra humanidad para seguir viviendo. Así en el camino de la vida podremos ser fuente de inspiración a otros que necesitan apoyo y motivación y creer que hay sentido en vivir la vida sin importar cuán adversas sean las circunstancias que nos golpean y que tratan de derribarnos.
El autor es médico terapeuta familiar y profesor de la UASD