TAMAYO/HONDURAS: Producotores Agrícolas del Consejo de Desarrollo Inter comunitario la cuenca por dentro Tamayo (CODEIT) de la provincia de Bahoruco, denunciaron el mal estado en que se encuentran sus plantaciones agrícolas por falta de Agua.
Más de 3,000 tareas de tierras cultivadas de plátanos, ajíes, melones, limones y chinola en la comunidad de Honduras del municipio de Tamayo, están muriendo porque las dos electrobimbas bombas del sistema de riego del proyecto agrario, están dañadas.
Los productores han invertido más de 300 mil pesos, que recolectaron de los pocos ingresos que reciben para sobrevivir en medio de esta pandemia, sin contar con el apoyo del gobierno.
Los productores han tenido que comprar piezas, pagar rebobinado de los motores y mano de obra tratando de poner a funcionar esos equipos, y todo ha sido un fracaso, los equipos no funcionan.
Segun cuenta los trabajadores del campo esta situación afecta a más de 100 familias de pequeños agricultores que se sienten abandonados por el INDRHI y el IAD.
Dicen que en esa misma comunidad, las regolas nueva y viejas tienen 15 días sin agua, ya que el río Yaque del Sur, cambió de curso el cause después de las últimas tormentas y se requiere de una retroecavadora de estera, para que pueda reencauzar las bocas de toma de los canales de ambas regolas, cuyo tramos son menos de 200 metros y no más de 8 horas de trabajo máximo.
Mientras que el INDRHI ha soltado en banda a los productores dejándole todas las responsabilidades de mantenimiento a las juntas de regantes que no cuentan con los recursos, ni con los medios suficientes para abordar estos problemas mayores.
En la comunidad se riegan unas 6,000 tareas de tierra de más de 350 agricultores.
Cuentan el director nacional del INDRI prometió enviar esos equipos a Tamayo en una reunión del Consejo Nacional de Juntas de Regantes, tres días después de pasar la tormenta Laura y hasta la fecha de hoy aún están esperando el cumplimiento de ese compromiso.
Por lo que el sector agrícola está a punto de colapsar por completo, porque una cosa es lo que se difunde por los medios de comunicaciones por parte de los funcionarios gubernamentales y otra cosa es la realidad que viven las familias productoras del campo, que ni siquiera pueden tener acceso al financiamiento del Banco Agrícola, dadas las trabas burocráticas que le imposibilitan a los pequeños productores tener acceso a estos financiamiento, teniendo que endeudarse con los intermediarios y usureros del campo.