Rudys Alexander Charleston Henríquez, el sustituido director del hospital Los Alcarrizos II. A su derecha, con mascarilla, el doctor Galán Guerrero Guerrero, el nuevo director
Por Germán Reyes
Los Alcarrizos.- El director del hospital Los Alcarrizos II, Rudys Alexander Charleston Henríquez, fue obligado a realizar una llamada telefónica para percatarse de que fue sustituido por quien le reclamaba levantarse de la silla y salir de las oficinas porque había sido cancelado.
Chárleston fue designado y juramentado el día nueve de
febrero de 2018 por disposición del entonces director del Servicio Nacional de
Salud (SNS) Nelson Rodríguez Monegro en una ceremonia que encabezó la directora
del Servicio Regional de Salud Metropolitano (SRSM), Mirna Font-Frías.
Su nombramiento se produjo como consecuencia de la ocupación
del centro de salud por el presidente del entonces gobernante Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) en la Circunscripción Cinco, Luis Ney Sánchez, a la
cabeza de decenas de militantes que reclamaron y obtuvieron la destitución de
Carmen Ramírez.
El entonces candidato Luis Abinader acudió al hospital Los
Alcarrizos II para donar medicamentos y otros insumos en momentos en que, en
plena campaña electoral, los dominicanos padecían los efectos más crudos de la
pandemia de la COVID-19, pero debió retirarse de inmediato sin lograr entregar
los insumos sanitarios ante el rechazo de Chárleston.
A su llegada, el sustituido director del centro de salud y
sus adláteres formularon denuncias sobre el “grave” deterioro y el supuesto
abandono en que habrían encontrado las instalaciones físicas, las distintas
áreas, la carencia de médicos y la calidad del servicio en sentido general.
Levántese y salga
“Levántese de esa silla y deje que me siente porque soy el
nuevo director”, habría dicho el doctor
Galán Guerrero a Chárleston, quien con amabilidad le había recibido en su
despacho.
-No. Yo no le puedo entregar a usted. Dijo en su pataleo el
saliente director del hospital Los Alcarrizos II ante el requerimiento del
doctor Guerrero, según la narrativa de testigos que prefirieron el anonimato.
“Señor, haga lo que usted desee y entienda que le
corresponde, pero fui designado por el doctor Mario Lama”, (director del
Servicio Nacional de Salud (SNS)), espetó el sustituto de Ch árleston.
Un vicecónsul
-Ah. Olvidé preguntar, pero usted no debe asumir sin que sea
debidamente posesionado por una autoridad superior. Insistió Chárleston ante el
asombro por el escenario, que de manera evidente, constituía una humillación en
su contra.
–Si es una autoridad que usted desea, pues, soy vicecónsul.
Mire aquí mis credenciales. El acompañante del doctor Guerrero, al fin,
facilitó la salida del director y posibilitó que el nuevo funcionario asumiera
sus funciones.
El doctor Guerrero, acto seguido, se sentó en el sillón y,
rodeado de un grupo de seguidores, solicitó que al despacho se presenten los
funcionarios de lugar para escuchar sus informes sobre el centro de salud.