En Vicente Noble: maestros obligados a usar mascarillas por hedor de séptico en escuela Luciana Méndez

En Vicente Noble: maestros obligados a usar mascarillas por hedor de séptico en escuela Luciana Méndez


Por JPPB 

Bombita, Vicente Noble, Barahona. – La crisis sanitaria en la escuela Luciana Méndez parece no tener fin. Ante la incompetencia del Distrito Educativo 01-05, maestros se han visto en la obligación de retomar el uso de mascarillas, no como medida contra virus, sino como defensa mínima frente al insoportable hedor de un séptico desbordado que invade las aulas.


La situación, denunciada desde hace meses por docentes, estudiantes y padres, pone en riesgo la salud de toda la comunidad educativa. Especialistas advierten que los gases emanados de este tipo de filtraciones no solo generan mal olor, sino que también son portadores de bacterias y virus capaces de provocar enfermedades graves como gastroenteritis, hepatitis, fiebre tifoidea, parasitosis y problemas respiratorios.


Una docencia entre mascarillas y abandono


La Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE) de esta comunidad de Bombita ya tomó la drástica decisión de suspender la docencia presencial. Sin embargo, los maestros continúan cumpliendo con su deber de manera virtual, aunque expuestos diariamente a un ambiente que los enferma.


“¿Será que las autoridades esperan la muerte de un docente, un estudiante o personal administrativo para reaccionar?”, cuestionan los afectados, quienes aseguran que el almuerzo escolar sigue siendo preparado y repartido en un entorno contaminado, donde los estudiantes rehúsan acercarse por temor a enfermarse.


Exigen acción inmediata y definitiva


Los reclamos se dirigen de forma directa al Ministerio de Educación, la Dirección Regional 01 (Barahona–Pedernales) y al Distrito Educativo 01-05 de Vicente Noble, a quienes responsabilizan de la situación.


“Esto no es una simple queja, es un grito de auxilio. Si ocurre una tragedia, la responsabilidad será de quienes, sabiendo el peligro, decidieron mirar hacia otro lado”, denuncian los docentes.


Silencio oficial, desesperación comunitaria


Pese a la gravedad del problema, las autoridades educativas mantienen silencio, mientras el hedor convierte el centro en un espacio inhabitable y la educación en un sacrificio.


Esta comunidad  reclama una solución estructural y urgente, no parches temporales, ante una problemática que simboliza el abandono y la falta de compromiso del sistema educativo con la salud y la dignidad de maestros y estudiantes.

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